viernes, 8 de febrero de 2013

6. EL CALENDARIO, LUCES Y SOMBRAS, CALDOS DE CALIDAD


“El antiguo Mediterráneo clásico tuvo sus mitos geográficos y sus epopeyas viajeras. Ahora creo que falta en la nueva Europa una conciencia de nuestra identidad, una literatura que transcienda las viejas fronteras nacionales. Tengo la impresión de que los jóvenes se mueven de un lado para otro, en busca de trabajo o becados por las universidades, sin asumir su condición de europeos ni profundizar en la conciencia global de nuestra historia.
Hay demasiadas colas en las autopistas y en los aeropuertos y poca gente que camine a pié. Y habría que recordar que andando fue como Homero encontró, probablemente, el ritmo de sus versos. Porque andar permite calcular, a la vez, el tiempo y la distancia”
 
M. Wiesenthal (“El esnobismo de las golondrinas”)
 
El calendario propuesto se ha ido ampliando desde que lancé el reto inicial hasta ahora. El motivo es que desde que lo diseñé originalmente hasta el momento actual, unas cosas han ido llevando a otras y a través de la navegación internauta, he ido dando con enlaces que me han llevado a otros enlaces, y así sucesivamente hasta confeccionar un mapa de eventos bastante europeo. Una mirada rápida al mismo nos lleva claramente a Italia, cuna de este tipo de ciclismo (el clásico o retro) donde han proliferado las concentraciones y se ha llegado a constituir una especie de Challenge llamada Giro de Italia de Época, además complementada por varias citas fuera de la misma. En Francia encontramos tres eventos, en España ya cuatro (por los que empecé todo este lío), finalmente tres más centroeuropeos: Bélgica, Austria y Suiza; e incluso recientemente he descubierto otro más en Inglaterra.
Abarcar todo resulta inviable para cualquier persona que no esté jubilada, liberada u ociosa, y que no tenga además mucha disponibilidad personal y bastante económica para afrontar tantos viajes, muchos de ellos largos. Por lo tanto hay que elegir. Lo que pretendo hacer hoy es un ejercicio de toma de decisión en voz alta. Una valoración personal previa que dirija mi plan de acción para la “temporada”. En principio pensaba ir a “todo”, pero como se verá, encontré algunas pegas de calendario. Después ya lo reduje a “casi todo”, pero entonces me llegó el calendario italiano, y ahora estoy en una situación de ir a “casi todo a excepción de las pruebas italianas”, que realmente me quedan muy alejadas, no demasiado bien “fechadas” y con combinaciones de vuelos poco asumibles. Confío en no tener que volver a revisar mis intenciones a la baja. Vamos pues al asunto.
Comienzo por analizar el calendario nacional. Inicialmente se presenta muy bien, primaveral y bastante compactado, en una franja de fechas poco extensa. Además con todos los eventos localizados en el cuadrante nordeste de la Península, asumible para viajar en el coche y pasar una sola noche fuera de casa (aunque ya veré que hago al respecto). Sin embargo el calendario me ha hecho algunas jugarretas: la Pedals de Clip es buena fecha, pero he de confesar que coincide con un evento deportivo no ciclista que pensaba intentar este año y del que tendré que prescindir (un mal menor, iré al Penedés a pedalear entre sus viñedos); la Histórica se retrasa y ¡zas! Con tan mala suerte que coincide con la Veloretro belga (un terrible dilema, ya que la soriana tiene fama de ser la reunión más atractiva del calendario nacional, mientras que participar en una etapa larga y ya clásica, por las tierras de Eddy Mercks, se me antoja emocionante, y la opción de vuelo parece fácil), casi con seguridad este año me tocará Soria (pero me sigue doliendo la coincidencia); la fecha de la Monreal es provisional en este momento, aunque casi segura extraoficialmente, y mira tú por dónde me la han ido a plantar al día siguiente de la boda de un sobrino en Levante (esto implicará madrugón, sueño y seguramente alguna discusión familiar, pero lucharé contra viento y marea para acudir… ¡a las dos celebraciones!); para terminar nos queda el GPCC que aún no tiene fecha y tan sólo espero que no la hagan coincidir con algún evento foráneo (se trata de la única prueba clásica en la que he participado anteriormente). Del paso de la Vaca Tudanca no hablo, porque no es un evento oficial, porque está en mitad de agosto para evitar coincidencias, porque se celebra en puertas de mi casa y porque al ser cosa mía, lo podría mover de fecha. Nota de cata [Cavas y tintos del Penedés; Rioja (no muy lejos); Somontano; Vinos de la Tierra Costa Cantabria (blancos); Ribera de Duero].
 
Repasemos ahora nuestro calendario francés, que inicialmente pinta muy bien y que me motiva enormemente porque adoro viajar por las carreteras secundarias de ese país que tan bien conozco. La convocatoria de Anjou queda perfecta ¡además este año con dos jornadas! Y factible en coche en plan de fin de semana (me he inscrito hace días, sin dudarlo). Sobre la prueba de Marmade aún no hay más datos que la fecha, pero es compatible por ser en agosto y se ubica a unas 4 horas en coche, en una zona que he visitado varias veces y me encanta (allí estaré… ¡más viñedos!). Y para terminar (y calentar para la Eroica) tenemos la Patrimonie a mediados de septiembre, cerquita de París, con vuelo fácil y directo desde Santander (excelente disculpa para fin de semana de cara a empezar el curso con ganas). Así pues el calendario francés parece que quedará completado. Nota de cata [Val de Loire (Anjou-Saumur); Bourdeaux; Champagne (no muy lejos)].
 
Por ahí en medio (de fechas y de nacionalidades) apareció la Veloveritas. En Austria nada menos. Pero curiosa coincidencia, muy cerquita de Viena. La propuesta es muy apetecible por la zona, el paisaje y la longitud de la ruta. Además en Viena tengo yo asuntos pendientes. Lo que me da pereza es no disponer de vuelos directos (transbordos con la bici a cuestas…), pero creo que me lanzaré y voy a intentar plantarme allí ¡un año es un año! Seguro que después no me arrepiento. Recientemente he descubierto además otra ruta en Suiza. En realidad empieza y finaliza en una localidad francesa fronteriza, para discurrir por Suiza y Alemania. Pero la página informativa parece estar en alemán y ser suizos sus organizadores. Se hace llamar Tour de Trois y aunque a priori la tengo descartada, siendo el último fin de semana de junio, lo mismo me lío la manta a la cabeza y conduzco con alguien hasta allí para pedalear con los compatriotas de Alex Zulle y Ullrich. Nota de cata [Rhine Riesling; Alsacia].
 
Y así, país por país nos plantamos en Italia, la culpable de todo este lío. El primer desaguisado se presenta con el sistema de inscripción de la Eroica. A ver si va a resultar que después de montar toda esta parafernalia me voy a quedar fuera por un simple sorteo. Sería una desgracia (por no llamarlo de otra manera más vulgar), sin embargo, para evitar males mayores y bajones anímicos me he preparado un antídoto. Si todo va bien, iremos a la Eroica (tengo coequipier), y será casi con total seguridad nuestra única participación en Italia (no por no desear ir con más frecuencia, sino por ser el destino menos asequible). En caso de quedar fuera, al menos yo, adelantaré la fecha, me haré el recorrido largo por mi cuenta, utilizando el “pasaporte” de controles que ellos disponen y aprovecharé seguramente para poder asistir a algún otro evento italiano aprovechando el viaje (la Vacamora sería una buena opción). Nota de cata [Brunello de Montalcino].
 
Hasta aquí pensaba que había acabado de narrar una especie de quimera de calendario. Sin embargo, a última hora he descubierto otra propuesta en Inglaterra, más concretamente al norte de Manchester. Es la Pendle Witches. Puede ser una ruta algo terrible con el clima que se gastan por allí, y más aún estando prevista para final de marzo, pero entre el idioma, los pubs, el “countryside” y la tradición sport británica ¿quién se resiste? …pues seguramente todos nosotros, aunque eso no quita para que personalmente me haya puesto en contacto con uno de los organizadores para ver si me ayuda un poco con una potencial logística. Nota de cata [Nada de vino; buenas pintas de cerveza, lager please.
Total que finalmente queda un calendario completísimo, aunque imperfecto, con riesgos emocionales, pero muy internacional y apetecible. Me consta que seré el único que asista al mismo por entero, pero también tengo asegurada compañía (de muy diversa índole) para muchas de las citas. Así pues, tan sólo queda prepararse pedaleando, tener las bicis a punto, reservar vuelos e inscripciones con anticipación y disfrutar de los paisajes y las culturas que la Challenge plantea.


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